¡Saludos salseros! (Chuito Quintero)
Chuito Quintero: Desde la bella Isla de Margarita, en nombre de Salvador García, el Supersónico de la Salsa, Jaime Quintero y Producciones Ataca Quintero (#LosBohemiosdelaSalsa), quiero agradecer a nuestro amigo y colega Chuito Quintero (@chuquintero) por su gran apoyo a nuestro proyecto.
Es un honor contar con el apoyo de un talentoso músico como Chuito, quien siempre ha demostrado su compromiso con la buena música y la promoción de la cultura salsera. Esperamos seguir avanzando con mucho entusiasmo en este proyecto y llevar la salsa y la cultura hasta la sepultura.
Que sigan los éxitos, primo (Chuito Quintero)
Y que continúes reventando esos cueros. Ataca Quintero seguirá trabajando en pro de la buena música y la salsa. ¡Un abrazo para todos los salseros!
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A 43 Años de la Tragedia
Grupo Madera. Hace cuarenta y tres años, una tristeza insondable se apoderó de Venezuela. El 15 de agosto de 1980, las aguas del río Orinoco, serpenteando a través de la selva venezolana, se convirtieron en testigo de una tragedia que dejó un vacío imborrable en la historia del país. Once integrantes del grupo Madera, una banda musical que en ese momento se encontraba en su apogeo, perdieron sus vidas en un naufragio que silenció a una nación entera.
La historia de Madera es una conmovedora oda a la pasión y al compromiso con la cultura. Surgiendo en el corazón del barrio Marín en San Agustín del Sur, Caracas, en 1977, el grupo nació como una respuesta a un llamado más profundo. Con figuras como Juan Ramón Castro, Ricardo Quintero y Nelly Ramos entre sus fundadores, Madera no solo buscaba crear música, sino que tenía la intención de ser un proyecto musical y cultural sostenible, un medio de integración y un portador de los ritmos y legados afrovenezolanos.
Las calles de San Agustín del Sur
Se convirtieron en el crisol de esta aspiración. A medida que la salsa se convertía en la banda sonora de la vida cotidiana, Madera emergió como un faro de identidad y resistencia. En un entorno donde ser «negro y pobre» no era sencillo, Madera fue más que una banda; fue un mensaje de unidad y cuestionamiento de la realidad circundante.
La primera presentación de Madera el 18 de noviembre de 1977 en la Casa Monagas marcó el inicio de una travesía que llevó a la banda a más de cien actuaciones y una serie de talleres. La voz de Madera comenzó a resonar en la capital venezolana, tocando los corazones de aquellos que necesitaban un mensaje de esperanza y cambio en medio de la adversidad.
La música de Madera
No solo era un entretenimiento, sino un catalizador de transformación. Temas como «Compañeros» y «Canción con todos» se convirtieron en himnos de unidad, transmitiendo la importancia de la integración en un entorno que a menudo excluía la diversidad. A pesar de las sugerencias de comercializar su estilo, Juan Ramón Castro y su equipo mantuvieron su visión intacta.
Sin embargo, la tragedia acechaba en el horizonte. El fatídico 15 de agosto de 1980, mientras Madera navegaba hacia San Fernando de Atabapo, una embarcación llamada ‘Esther’ se convirtió en el escenario de un naufragio que se llevó consigo once vidas, dejando un profundo dolor en la comunidad y en el corazón de Venezuela. Sobrevivientes como Carlos Daniel Palacios y Felipe Rengifo compartieron los horrores de aquel día, mientras que otros once miembros de Madera perdieron sus vidas en las aguas del río Orinoco.
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